lunes, 6 de julio de 2009

Los Angiospermas.


Las angiospermas son plantas con flores y semillas caracterizadas por una doble fecundación y por al existencia de frutos cerrados.


Características generales:

Los angiospermas, constituyen el subgrupo más importantes de los fanerogamas. Reúne en efecto, cerca de 270.000 especies, número que aumenta cada año en consonancia con los descubrimientos de nuevas especies por parte de los botánicos sistemáticos; éstas especies se agrupan en 300 ó 400 familias según los criterios de los diferentes autores.


Se separan las especies de este enorme subgrupo en dos clases, ateniéndose al número de cotiledones que poseen sus semillas. Se distinguen así las monocotiledóneas, con un solo cotiledón en su semilla, hojas paralelinervias y raíces fasciculadas; y las dicotiledóneas, con dos cotiledones, hojas con nerviación articulada y raíces axomorfas.


La característica fundamental de éste subgrupo reside en la estructura del órgano femenino: el cárpelo. Es el órgano foliáceo, cerrado, vuelto sobre sí mismo, que se transforma en fruto después de la fecundación, en su interior se encuentran los óvulos que evolucionan hasta ser semillas. Como resultante de la estructura del cárpelo, el grano de polen hasta los grupos reproductores.
La mayoría de las especies angiospermas tienen raíces, tallos y flores. No son más que adaptaciones a ambientes extremos o a una biología muy particular, las que provocan la atrofia de cierto órgano, traducción del sistema foliar por parte de plantas desérticas, supremisión por parte de los parásitos.


La morfología y la estructura de las raíces, tallos y hojas, caracterizan a las angiospermas de manera menos rigurosa que las flores. Las angiospermas comprenden junto a las leñosas, en considerable número de plantas herbáceas, tienen unas hojas que ordinariamente poseen formas de lámina más o menos recortadas y que no viven corrientemente más allá de una estación.
Importancias de los Angiospermas.
Los beneficios que el hombre ha obtenido y obtiene de las angiospermas son impresionantes. Es difícil estimar el total de especies que tienen un valor económico, pero se podrían citar aproximadamente unas 6000 de utilidad agrícola, forestal, hortícola o farmacológica. Algunas de estas plantas participan en el mercado mundial y otras poseen un valor estrictamente regional. Si tenemos en cuenta únicamente a las plantas que pueden incluirse en las actividades económicas el número se reduce a unas 2 000 especies. De éstas sólo unas 100 o 200 pueden considerarse de importancia para el comercio internacional y solamente 15 constituyen el núcleo fundamental de los cultivos alimenticios en el mundo -arroz, trigo, maíz, sorgo, avena, caña de azúcar, remolacha azucarera, plátano, soya, papa, cacahuate y coco. Cuando se piensa en las miles de especies de plantas con flores que se podrían explotar en beneficio de la humanidad sorprende lo restringido que es el espectro de cultivos de uso corriente. Actualmente se está intentando extenderlo, pero se tropieza con numerosos problemas técnicos, agrícolas, económicos y sociológicos. Sin embargo, han existido avances significativos gracias, sobre todo, al mejoramiento de los medios de transporte y a las actuales técnicas de envasado y preparación de alimentos. Existe un renovado interés en descubrir nuevas fuentes de aceites, fibras, drogas y medicamentos, así como alimentos a partir de las plantas, tarea favorecida por las nuevas técnicas de investigación química que aceleran el conocimiento de las especies determinando su valor potencial. La medicina moderna y la farmacología han hecho enormes progresos debido a la introducción de nuevas drogas de origen vegetal. Sin embargo, vale la pena reiterar que son los trópicos la fuente más rica de nuevas plantas potencialmente valiosas y es precisamente allí donde las comunidades vegetales están siendo destruidas más rápidamente.

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